La simbología celta es un campo fascinante. Aquí mostramos la posible conexión entre dos símbolos muy comunes, un nudo celta y una cruz ensanchada. Es una teoría más, pero parece que su coincidencia no admite dudas.
De pequeños nos dijeron que encontrar un trébol de cuatro hojas era un símbolo de suerte. Realmente no recuerdo si vimos alguno. De lo único que me acuerdo es de que sí pasamos bastantes ratos buscándolos. El número cuatro es muy recurrente en simbología celta. Existen cuatro estaciones, cuatro fases lunares, cuatro signos cardinales y cuatro elementos naturales, tierra, agua, aire y fuego. Los celtas eran expertos en traducir estas ideas a una simbología armónica y estéticamente equilibrada. Muchos de estos símbolos, que posteriormente se adoptarían por culturas posteriores, sobre todo la cruz, han perdurado gracias a las estelas funerarias.
Aquí puedes ver más curiosidades sobre el 4.
De pequeños nos dijeron que encontrar un trébol de cuatro hojas era un símbolo de suerte. Realmente no recuerdo si vimos alguno. De lo único que me acuerdo es de que sí pasamos bastantes ratos buscándolos. El número cuatro es muy recurrente en simbología celta. Existen cuatro estaciones, cuatro fases lunares, cuatro signos cardinales y cuatro elementos naturales, tierra, agua, aire y fuego. Los celtas eran expertos en traducir estas ideas a una simbología armónica y estéticamente equilibrada. Muchos de estos símbolos, que posteriormente se adoptarían por culturas posteriores, sobre todo la cruz, han perdurado gracias a las estelas funerarias.
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