Con esta foto de Santa Lucía os deseamos lo mejor para el nuevo año
sábado, 31 de diciembre de 2016
viernes, 30 de diciembre de 2016
CUENTALUZ: Buscando la carabina
Hemos llegado al pueblo. Estamos en otra dimensión. Olvídate del parchís, los cromos y las canicas. ¿A qué jugamos aquí?. Creo que esta pregunta siempre ha existido en mi subconsciente desde que vi un día a los chicos del pueblo por el camino de Centenera haciendo una pequeña hoguera de la que salían cohetes descontrolados. Bueno, más bien eran botes vacíos de insecticidas de mosquitos y matamoscas que una vez introducidos en la hoguera explotaban o salían despedidos a toda pastilla. Mis padres no lo veían nada bien, pero a mí me parecía espectacular. Evidentemente, en este contexto lúdico, daba no sé qué sacar los cubiletes de la oca para ponerse a jugar.
Ir a pescar a la boquilla era un pasatiempo habitual, pero algo aburrido si lo comparábamos con tirar con la carabina de mi tío Joaquín. Pero ésto no era tan fácil de conseguir. Requería un protocolo. Era preciso pasar un buen rato buscándola, porque mi tío la escondía bien y la iba cambiando de sitio. Recuerdo que algunos de mis primos ya se sabían los escondites habituales, en un rincón de la cámara, encima del armario... Ya incluso creo que se traían de casa perdigones de los buenos, de los de copa. Y luego, como mi abuela no se fiaba demasiado, la segunda parte era convencerla. Pero al final conseguimos que nos dejara, con la condición de que no la sacásemos de casa. No había problema. Tirábamos desde la ventana del comedor a los gorriones que se posaban enfrente, en la cerrada. Si caía alguno venía bien para la paella y hasta la abuela se ponía contenta.
Buscábamos tanto la carabina que a veces nos encontrábamos con agradables sorpresas en forma de revistas, no precisamente del corazón, pero también con mucha fotografía, hasta el punto de que en ocasiones estabas revolviendo por la cámara y ya no sabías muy bien qué estabas buscando, si revistas o la carabina.
Recuerdo que un día le gastamos una broma a mi abuela Engracia. Ella, muy atenta, siempre nos daba muy bien de merendar. Las fuentes de chorizos (de los rojos y de los blancos), 'torrenos' y costillas en aceite siempre estaban a rebosar cuando llegábamos. Aquel día con mis primos estábamos partiéndonos de la risa con una revista, mientras mi abuela estaba en la cocina, junto a la lumbre, calentando los chorizos en la sartén. Había una foto de una chica despampanante en una actitud no precisamente demasiado religiosa. Se nos ocurrió dejarla ahí encima de la mesa y hacernos los "longuis", ¡venga! va. Se abre la puerta y entra mi abuela con la fuente de chorizos. Nosotros intentando no reirnos. La abuela deja la fuente en la mesa y aparentemente no ve nada. Pero ¿cómo podía ser?, si la revista estaba ahí en medio de la mesa y tenía una foto a toda página. No, ella sigue sin ver nada. Descojonaos de la risa. Tuvimos que decirle algo así como "¿abuela, ha visto las noticias del periódico de hoy?", momento en que mi abuela sacude un manotazo a la revista que la manda a tomar viento y se va reguñendo y enfadada. Nos partíamos el eje, pero no contábamos con una cosa. Se lo chivó a mi madre estando nosotros delante y pasé mucha verguenza. Menos mal que sólo hubo regañina.
jueves, 29 de diciembre de 2016
¡Avanzamos!
Desde nuestro primer paso adelante, que tuvo lugar el pasado mes de Agosto, donde empezamos a modelar este proyecto, hemos estado poco a poco avanzando para que el yacimiento de Santa Lucía pueda llegar a ser algo más que cuatro montones de piedras en lo alto del risco. Es complejo, sobre todo para quienes no nos dedicamos a ésto, saber cómo debe procederse para diseñar un espacio que saque partido a los recursos tanto paisajísticos como arqueológicos de los que dispone. Pero como dice el refrán, la ignorancia es atrevida, y no por ello nos hemos echado atrás, aunque somos conscientes que debemos actuar más con la cabeza que con el corazón, algo también que a veces cuesta.
Quizás no es momento aún para hacer balance de este proyecto, que todavía no dispone de luz verde para ponerse en marcha, pero sí creo que hay que destacar la labor de quienes están dedicando tiempo y esfuerzo en sacarlo adelante, empezando por el apoyo del pueblo, algo que también merece tenerse en cuenta, ya que la unidad de actuación es imprescindible para conseguir resultados que nos beneficien a todos.
Otro pilar fundamental del proyecto es la Dirección arqueológica. Es de agradecer el trabajo y dedicación que ha llevado a cabo Diana para adelantar la redacción del proyecto arqueológico y poder llegar a tiempo de participar en la convocatoria de ayudas públicas cuya resolución posiblemente tenga lugar ya en el mes de febrero. También es destacable el apoyo que ha encontrado en todos quienes habéis aportado datos, reseñas, referencias, etc., esenciales para dar solidez al proyecto. Gracias a ella podemos contar con el aval de la Universidad de Cantabria y con el respaldo de grandes profesionales, algo que además de ser necesario para iniciar hoy en día una excavación, es también el germen para que todo ésto pueda tener consistencia y así poder dar continuidad al proyecto.
Desde el punto de vista de la financiación, hemos trabajado también en 'contagiar' a nuestros representantes municipales para que lleguen a creer en ésto. Hemos tenido varias conversaciones telefónicas con ADEMA, asociación de Acción local que gestiona los fondos públicos que precisamos, y hemos tenido que adaptar el proyecto a las indicaciones que nos han hecho, intentando reforzar el activo paisajístico del que disponemos en este entorno. Por otra parte, en la reunión que tuvimos con la alcaldesa y posterior visita a Santa Lucía también nos mostró su apoyo y seguimos en contacto para la próxima presentación del proyecto que irá promovida por el Ayuntamiento de Berlanga de Duero, un apoyo también vital que nos está dando esta institución y su representante en el pueblo, Enrique.
Como esto se alarga demasiado, sólo recordaros que los canales de participación están abiertos. Gracias a Rafa y Carlos, quienes os habéis incorporado últimamente con mucha fuerza a participar en todo ésto. Ojalá consigamos también unir un poco más a los andalucinos que andamos por ahí dispersos.
lunes, 26 de diciembre de 2016
CUENTALUZ: Los machos
CUENTALUZ , EL CUÉNTAME DE ANDALUZ
Revolver un poco en el trastero de los recuerdos es algo que
no cuesta mucho cuando sabes que te vas a encontrar cosas curiosas que han
quedado ahí en el disco duro para siempre. Rememorar nuestra infancia o
adolescencia en el pueblo, recuerdos imborrables, experiencias que nos
impactaron, todo eso podría ser “Cuentaluz”.
LOS MACHOS
Aún hoy parece que estoy viendo a mi abuela Dorotea en el
soto con un trozo de pan en la mano para atraer a los ‘machos’ (mulas) y poder ponerles
la “cabezada” para recogerlos a dormir a casa. Creo que se llamaban capitana la
de color pardo y la otra ...(tendré que preguntar a mis tíos). Llevarles por
la carrera del soto era toda una experiencia. Y venir montado en la blanquilla,
que era la más noble, era como un sueño cumplido, como si dijéramos ir al parque de atracciones.
Recuerdo que una vez
nos montaron a los dos, a mi hermano y a mí, seguramente mi abuelo Lorenzo o mi
padre, y anduvimos un rato hasta que el animal empezó a trotar un poco. Así, botando de un lado a otro, ‘cagaos’ y tratando de mantener el equilibrio, poco tardamos en ir al suelo. Yo iba atrás cogido a mi hermano por la cintura y me deslicé poco a poco por una de las patas
traseras de la mula. Fue muy divertido. Disfrutaba contándoselo a mis amigos.
El animal, pues recuerdo más cuando ya quedaba sólo uno,
tenía su espacio en la casa, algo habitual en el pueblo. Entraba alzando sus patas con cuidado, pues había
y creo que sigue habiendo, un pequeño escalón de piedra, y muy despacio se
dirigía a la cuadra.
Lo peor es que no se trataba de un espacio exclusivo para el macho, era un espacio compartido. Es decir, allí también se ubicaba el servicio, por lo que si querías hacer ‘mayores’ tenías que dirigirte a la zona ya ‘predeterminada’, por donde ya solía haber algún montoncito que evidenciaba que alguna 'sorpresa' se encontraba debajo, y con el ‘consentimiento’ del macho disponerte a realizar tus necesidades fisiológicas. Vamos que la intimidad de esos momentos estaba un poco forzada. Un día vinieron a recoger el estiércol de la cuadra, cuando ya se había acumulado bastante y no entendía muy bien que aquellos señores se llevaran la ‘mierda’ de casa y encima le pagaran a mi abuelo por aquella ingrata labor. Me quedé sorprendido por ello.
Lo peor es que no se trataba de un espacio exclusivo para el macho, era un espacio compartido. Es decir, allí también se ubicaba el servicio, por lo que si querías hacer ‘mayores’ tenías que dirigirte a la zona ya ‘predeterminada’, por donde ya solía haber algún montoncito que evidenciaba que alguna 'sorpresa' se encontraba debajo, y con el ‘consentimiento’ del macho disponerte a realizar tus necesidades fisiológicas. Vamos que la intimidad de esos momentos estaba un poco forzada. Un día vinieron a recoger el estiércol de la cuadra, cuando ya se había acumulado bastante y no entendía muy bien que aquellos señores se llevaran la ‘mierda’ de casa y encima le pagaran a mi abuelo por aquella ingrata labor. Me quedé sorprendido por ello.
En la cuadra de la casa de mis abuelos paternos, Engracia y
Lino, o Linos como siempre se ha conocido, recuerdo que un día mi padre nos
enseñó un ternero recién nacido. No lo llevaban a pastar al soto y amamantaba
de la vaca cuando venía por la tarde. A los terneros se le llamaba “jitos” no
sé si sería un apócope de ‘hijito’.
Montar en el carro para ir al monte a por leña también lo
recuerdo muy gratamente, otra aventura inolvidable. Otro día fuimos con mi
abuelo a labrar una finca, creo recordar, por el Pradillo. Lo único que me
acuerdo es de la cantidad de tacos e insultos que recibió la pobre mula por no mantener recto el surco.
También ir a vendimiar a la viña que tenía en el cruce de Berlanga era otra singular actividad que sólo la podías hacer en el pueblo. Era otra oportunidad para montar en el carro.
martes, 20 de diciembre de 2016
Actualización web
Ya tenemos el texto final de información sobre el pueblo que incluiremos en la web. Aún podéis participar aportando fotografías que se intercalarán entre los textos. Gracias por vuestra colaboración.
Se puede consultar AQUÍ
lunes, 19 de diciembre de 2016
Poesía del Agustín
MI PUEBLO ES ASI
Como un águila vieja que le cuesta volar,
como un árbol caído que aún quiere brotar,
mi pueblo es así.
Cuando cierro los ojos se abre un mundo de estrellas,
voy bajando sin frenos por un tobogán
y llego hacia un mar,
empiezo a soñar.
Cojo piedras del suelo y hago un dique gigante,
evitando que el tiempo ya no pueda pasar,
lo quiero sentir,
y camino despacio escuchando el silencio
observando las piedras que me quieren hablar
como si algo
quisieran decir.
Muriendo sin temer por ello
sin heridas, sin dolor,
sin revelar el secreto
de tu vida y de tu ser también.
La distancia del tiempo ha borrado las letras
que un día escribiste en un Fuero Real
con sangre y fuego,
sólo queda un susurro que parece sentirse
cuando el viento enfurece y entre lágrimas grita
"no quiero olvidar",
no quiere olvidar
Todavía las manos que supieron construir
el refugio del sueño que permanece allí
aún tienen vida,
quedan casas de barro queda el alma marfil
y en mis viejos recuerdos siempre un poco de tí,
mi pueblo es así,
mi pueblo es así.
Muriendo sin temer por ello
sin heridas, sin dolor,
sin revelar el secreto
de tu vida y de tu ser también.
Un poco onírica y surrealista. Escrita en la mañana de ayer, en un momento lúcido, jajaja. Ese alma marfil, sin duda son los huesos de nuestros antepasados que aún quedan ahí. Y si le poneis la música de "La quiero a morir", os sonará mejor.
sábado, 17 de diciembre de 2016
Feliz Navidad
¡Feliz Navidad! a todos y suerte con la lotería.
Hemos animado esta preciosa fotografía que nos mandó el año pasado Javi Mateo.
jueves, 1 de diciembre de 2016
Una APP para reconocer cerámica
Mediante esta aplicación se producirá un avance tecnológico importante que permitirá datar e identificar cerámica casi automáticamente, mediante una simple fotografía. Es un proyecto en desarrollo que cuenta con el apoyo y la financiación de la Unión Europea dentro del Programa Marco para la Investigación y la Innovación Horizonte 2020.
Aquí puedes consultarlo
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