Reunido estaba el Concejo de nuestra Villa en pleno
con hommes de bien que trataban desavenencias,
litigios, rencillas y escarmientos, cuando
llegada la noche aún quedábase sin terminar.
Si aquesta Justicia queremos por siempre,
las nuestras normas y costumbres deberán
poner en seguro derechos, facendas y vidas,
pues no hay mayor honra que gozar de tal garantía.
Dejemos a nuestro Alfoz en defensa
de males y engaños de rufianes y traidores
que en no deseando la gloria de nuestra Villa,
puedan echar a perder familias y bienes.
Que Ley y Justicia sean una,
que su fuerza se ponga al servicio de nos,
que no haya quien quede en desamparo
y en caso de disputa prime nuestro Alfoz.
Señores, vasallos, forasteros y paisanos,
tengan así en toda la nostra Villa
una Justicia igual para todos,
y el mismo fuero ante hommes que ante Dios.
Es pues menester hacer saber a nuestro Señor
que así deba ser, si en ello consiente,
y que haya también para el buen gobierno de Castilla
un Fuero en Andaluz al servicio de las gentes.