Uno de los aspectos que han destacado los representantes de las patronales de Soria, Cuenca y Teruel en su viaje a Escocia, donde han acudido para conocer los instrumentos de lucha contra la despoblación que se han puesto en marcha en estas áreas, ha sido el refuerzo de los símbolos de identidad y cultura, así como su apoyo por parte de las comunidades locales, hasta el punto de que hoy en día la mitad de los jóvenes quieren quedarse a vivir en su territorio, del que se consideran orgullosos.
Es un hecho que muchos de nuestros activos culturales están sufriendo una pasividad extrema en lo que se refiere a su puesta en valor. Yacimientos que pueden tener gran importancia como el del cerro de Andaluz siguen enterrados. Nuestro pasado celtíbero está pendiente de explorar y conocer. Posiblemente pueda ser éste un yacimiento que aporte mucho a la comunidad científica y arqueológica, y sin embargo está requiriendo un gran esfuerzo su puesta en marcha.
Recientemente se extrañaba José María Ballester, ex-director de Cultura del Consejo de Europa, de que Numancia no cuente todavía con el reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cuando reúne una serie de valores que representan los de España y Europa. Otras ciudades celtíberas como Lutia, cuyos habitantes se prestaron a participar en la lucha contra el asedio romano de los numantinos, encierran también grandes valores como son el de la generosidad, la solidaridad, la ayuda a un pueblo hermano, el valor de la juventud y su entrega incondicional por una buena causa... Todos ellos son valores cuyo fortalecimiento va en la línea de conseguir ese sentimiento de unidad e identidad que tanto necesitamos como instrumento de lucha contra la despoblación.
Como suele decirse, el viaje más largo empieza con el primer paso y ése ya le estamos terminando de dar. El apoyo institucional también está empezando a vislumbrarse. Todo ello va a contribuir, sin duda, a reforzar nuestra identidad cultural.
Recientemente se extrañaba José María Ballester, ex-director de Cultura del Consejo de Europa, de que Numancia no cuente todavía con el reconocimiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cuando reúne una serie de valores que representan los de España y Europa. Otras ciudades celtíberas como Lutia, cuyos habitantes se prestaron a participar en la lucha contra el asedio romano de los numantinos, encierran también grandes valores como son el de la generosidad, la solidaridad, la ayuda a un pueblo hermano, el valor de la juventud y su entrega incondicional por una buena causa... Todos ellos son valores cuyo fortalecimiento va en la línea de conseguir ese sentimiento de unidad e identidad que tanto necesitamos como instrumento de lucha contra la despoblación.
Como suele decirse, el viaje más largo empieza con el primer paso y ése ya le estamos terminando de dar. El apoyo institucional también está empezando a vislumbrarse. Todo ello va a contribuir, sin duda, a reforzar nuestra identidad cultural.